Cine coreano: Boy goes to heaven

Antes de ver esta película, me temía lo peor. ¿Un chaval que de repente se despierta un día, y ha crecido de golpe hasta la treintena? Exacto, es el argumento de la película de Tom Hanks, Big, en la que un chaval le pide a una máquina de deseos crecer. Efectivamente, al día siguiente tiene treinta años, con todos los problemas que acarrea.


Básicamente, Boy goes to heaven sólo se parece en eso. Nemo, el pive de 13 años protagonista de la historia, es hijo de madre soltera. La madre le explica que su padre es un delincuente, que se olvide de él. En una de las visitas que hace a su esposo, ella se derrumba, dejando atrás a Nemo. En ese momento aparece en el pueblo, recién llegada de Seúl, Bu-ja (Yum Jung-ah), madre soltera que tiene una tienda de cómics. Nemo se enamora de ella, y consigue que le prometa que se casaría con ella. Por desgracia, está escrito que a Nemo le quede poco tiempo de vida.

En el cielo se apiadan de él y le dan una oportunidad de volver con Boo-ja. Pero el tiempo es limitado (justo hasta navidades), y además reaparece con ¡30 años!.

Los actores protagonistas lo hacen genial, incluido el pive, Kim Kwan-woo. La banda sonora fantástica, los aspectos técnicos sobresalientes,... En fin, una película a disfrutar.


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