Putas guaguas, 2ª parte

Pues de regreso de Santa Cruz al Puerto, cogí otra guagua. Por supuesto, como era de esperar, se retrasó 15 minutos. Pero ocurrió otra cosa con otra guagua.

Había tres pives con sus bicicletas, y le preguntaron al conductor que donde podían poner las bicis. El tipo les dijo que detrás, en el maletero. Van detrás, abren el maletero y las ponen. Pero mientras hacen eso, el conductor arranca, pone marcha atrás (el maletero está en la parte trasera) y empieza a recular para salir. Uno de los pives tiene que moverse rápido hacia atrás, porque si no lo escacha, literalmente.

Cuando ya dió toda la marcha atrás, se larga, con el maletero abierto y las bicicletas dentro, los pives corren detrás, y consiguen sacar las bicis con la guagua en marcha (sé que suena increíble, pero lo vi con mis propios ojos). Todos allí en la parada le girtamos al conductor, pero se hizo el sordo.

Y luego, para colmo viene la policía, e intimidan a los chavales, diciéndoles que ya son mayorcitos para ir haciendo esas cosas. Pero lo gracioso es que todos éramos testigos de que NO HICIERON NADA MALO.

Una cosa es que la guagua se retrase, y otra es jugar con la vida de la gente. Para colmo, en la guagua en la que vine, no venía ni un martillo de los que sirven para rompen los cristales de emergencia. Es decir, que si ocurre algún accidente y los necesitáramos, pues nos jodemos.